Se empezó con muchas dudas e irregularidad, alternando malos partidos con encuentros espectaculares como la victoria 4-3 en Mestalla frente al Real Madrid con goles de Gálvez, Fernando, Mijatović y Arroyo. Finalmente el equipo quedó en un insuficiente 7º puesto, fuera de las posiciones europeas, y, como anécdota, en la última jornada el Valencia se convirtió en protagonista al empatar 0-0 en Riazor ante un Deportivo de La Coruña que podía proclamarse por primera vez en su historia campeón de Liga, pero un penalti detenido por González a Djukic hizo que el título fuese para el Barcelona.