Bilardo era famoso por su perfeccionismo y obsesión con la táctica y la estrategia del juego, equipacion holanda que llamó la atención tanto de seguidores como críticos. La era de Bilardo comenzó en mayo de 1983 con un empate 2-2 con Chile en Santiago. Después de la Copa América, Argentina viajó a Calcuta para jugar la Copa Nehru, y luego jugó una serie de amistosos antes de las eliminatorias a la Copa Mundial de 1986 en México.