Así llegó al Betis en llegó al Betis en abril de 1975 y se estrenó como verdiblanco en mayo durante un partido del Campeonato Andaluz de Reservas jugado en el Villamarín contra el Linares. Tras un paso fugaz por el Celta en 1999, al que llegó cedido por los ‘Red Devils’, se afincó nuevamente en la Liga española de la mano del Alavés. Su padre, natural de Surinam, jugó al fútbol en su país natal, actividad que abandonó cuando cruzó el Atlántico en 1950 en busca de una mejor vida. Fueron entrando poco a poco en el club, como en todo el fútbol español, con restricciones amplias al principio y con mayor facilidad últimamente pero los futbolistas extranjeros han dado un gran rendimiento al Real Betis en su más que centenaria historia. Hasta que un día, en un partido en Tenerife, el técnico holandés le dijo que si marcaba un gol, le daría 100.000 pesetas, y si no lo marcaba, se las tendría que dar él.

Pero eso no es todo, ya que al parecer iba a estar inspirada en el pintor holandés Vincent van Gogh. En sus primeras dos temporadas se alineó como delantero o interior, pero Fernando Daucik retrasó su posición en el campo hasta que el húngaro acabó jugando de defensa central en muchos partidos, también como medio de cierre. «En España -declaró en una ocasión- los 22 jugadores se santiguan antes de salir al campo. Llegaron a España Czibor, Puskas o Kocsis como estiletes principales pero también lo hizo un joven espigado de 19 años, que había permanecido en Austria evitando regresar a su país, y que iba a reforzar a un Betis que volvía al fin a Primera división tras el largo periplo por Segunda y Tercera. En Argentina 1978, en la primera fase, de nuevo, para casa, tras caer ante Austria 2-1, empatar a cero con Brasil y ganar a Suecia 1-0. La camiseta no sufriría cambio alguno y se seguiría jugando de rojo completo y con cuello redondo.

Pero el proyecto fue perdiendo altura hasta caer a los infiernos de Segunda división en mayo de 2000. Pronto se cumplirán 20 años del día en el que Finidi y el Betis separaron sus caminos. Se perdió la histórica consecución de la Copa del Rey ya que no podían participar extranjeros en esta competición. Campañas en las que el equipo verdiblanco fue capaz de quedar tercero en el campeonato regular (94-95), disputar una final de la Copa (96-97) o alcanzar los cuartos de final de la Recopa (97-98). Precisamente en la ronda disputada contra el Chelsea en marzo de 1998 sufrió Vidakovic una lesión de rodilla que le dejó fuera de los terrenos de juego durante mucho tiempo. Athletic. En la propia página web de la UEFA apareció un artículo sobre las camisetas, donde fueron bautizadas con el nombre por el que todo el mundo las conoce: las camisetas ’ketchup’, por asemejarse los dibujos rojos sobre fondo blanco a chorros de la famosa salsa de tomate. Fue campeón del mundo juvenil en 1979 con Argentina junto a Maradona o Ramón Díaz. En su primer encuentro liguero ya estrenó su cuenta goleadora particular anotando uno de los tres tantos conseguidos por el Betis ante el Athletic en septiembre de 1996. Se trataba de un futbolista que había generado mucha expectación por aquello de ser uno de los integrantes del Ajax campeón de Europa un año antes.

En 2021, el Barcelona hace todo lo que puede para utilizar la inspiración de Cruyff en su búsqueda por volver a la cima del balompié europeo. Y de Vitoria volvió a Barcelona. En mayo del 64 fichó por el Espanyol y en 1966 se fue a Turquía para jugar en el Besiktas, club al que volvió dos años después tras una breve estancia en equipos norteamericanos como el Philadelphia Spartans o el Cleveland Stokers. Sin embargo, otras voces decían que era un tema de marketing y ya no podía encarar a Adidas, que tomó sus respectivas medidas. La camiseta del mejor Maradona no podía faltar. Aquella primera campaña del nigeriano en Heliópolis fue creciendo en ilusión. Hizo de nuevo las maletas para jugar en el Ipswich Town hasta 2003. Regresó al Mallorca para participar en la segunda parte de la campaña 03-04 y al finalizar el curso anunció su retirada. Recaló en el Feyenoord y sobresalió en el Anderlecht, donde logró la liga belga e hizo 27 tantos en 53 partidos. Anotó 17 tantos en 60 partidos. En 60 partidos como bético, Ladinsky dejó muestra de su fuerza y capacidad goleadora. Attila Ladinsky (Budapest, Hungría, 1949) destacó en el Tatabanya y Vasas de su país antes de salir del mismo y ser declarado apátrida por las autoridades húngaras.

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