373 partidos, 277 goles y 4 operaciones después (más 58 partidos y 24 goles con Holanda) el tobillo de Marco Van Basten no pudo más. Pero algo más nos recordaba a la final del mundial vivida 14 años atrás: el escenario era el Estadio Olímpico de Münich. La tarde del 26 de mayo de 1993, el AC Milan salía al césped del Estadio Olímpico de Münich -sí, nuevamente-, ante 64.400 espectadores, dispuesto a hacer historia. Los sueños de uno de los más grandes delanteros de la historia -probablemente el mejor de más de 1.85m, con el perdón de Zlatan- terminaron en 1995, cuando anunció su retiro del fútbol tras pasar más de año y medio sin jugar. “Fue realmente difícil porque pasé del más alto nivel en el fútbol al más bajo a nivel de felicidad personal”, confesó recientemente al diario británico The Guardian. El gran triunfo del futbol holandés ocurrió durante la Eurocopa de fútbol de 1988 que tuvo lugar en Alemania Federal entre el 10 y el 25 de junio de ese año, el mismo estuvo marcado por una terna de magníficos jugadores tanto a nivel de clubes como por los logros alcanzados con su selección nacional: Ruud Gullit, Marco Van basten y Frank Rijkaard, líderes indiscutibles de esta época representativa del mayor logro a nivel internacional de una selección, la Holandesa, marcada por una historia plagada de geniales futbolistas, de un juego único en cuanto a belleza y la concepción de una filosofía que ha asentado cátedra en el más universal de los deportes pero en el cual los títulos se le han negado a lo largo de la historia, así son más recordado por sus derrotas en las finales de las Copas del Mundo Alemania 1974 y Argentina 1978 ante las selecciones de los países sedes, como la más reciente ante España en la gran final de Sudáfrica 2010. El fútbol de la naranja mecánica llamada así tanto por la calidad de su juego, el color de su camiseta y lo novedoso en lo táctico, donde todos defendían y atacaban, de la mano de Cruyff, Neeskens, Rep, Resenbrink y del mejor técnico en la historia de su fútbol, el gran Rinus Michels, creador de una nueva y revolucionaria filosofía de juego, transformador del Ayax como club, de la selección holandesa de un equipo europeo de segunda línea en un protagonista de siempre y potencia mundial que se resume en lo que se denominó Fútbol Total, a partir de aquí nos han dejado una brillante estela de jugadores que año tras año están en los mejores clubes del mundo o aspirando a las distinciones individuales a mejores jugadores del mundo, la generación dorada de Cruyff, la de la copa mundial Francia 98 o la de los últimos 2 copas del mundo son ejemplo fehaciente de su gran calidad, la generación de 1988 clasifica como la única que les ha dado un triunfo, con el añadido de ser capaces sus estrellas de llenar el podio al balón de oro en el año 1988 con Marco, Ruud y Frank por este orden .