El rival para los octavos fue el Ujpest Dozsa húngaro que venció en Mestalla y en Budapest pese al buen juego del equipo che. El aumento de fama y, en consecuencia, del número de seguidores del equipo provocó que los dirigentes valencianistas además de aumentar la junta directiva buscaran terrenos en venta para construir un nuevo campo para el equipo. En un campo en malas condiciones por la lluvia el Valencia consiguió una victoria por la mínima en el minuto 88. La vuelta en el Estadio Municipal El Molinón se saldó con una aplastante victoria del Sporting 6-1 y las polémicas expulsiones de Marín e Hipólito.