La actuación en la Copa del Rey y la Copa de la Liga también supuso un fracaso ya que solo se jugó una eliminatoria en cada torneo. Tuvieron lugar las elecciones generales en las que Vicente Tormo salió nombrado como presidente en relevo del dimitido José Ramos Costa. Llegaba una nueva cita mundialista, a la que se presentaba como vigente campeón, la Copa Mundial de 1990 de Italia el equipo aún bajo la batuta de Carlos Bilardo.