La canción, y su impacto público, ahora son reconocidos como «la gloria y la corona del punk». Ni siquiera me sé el nombre del primer ministro». Jones se encogió de hombros respecto a todo lo que la canción afirmaba e implicaba, o llevaba el nihilismo a un punto lógico final: «No veo cómo nadie nos pueda describir como una banda política. Rotten se jactó diciendo: «somos la única banda honesta en pisar este planeta en unos dos mil millones de años».